Ayer ya os contaba una historia de las que suceden a menudo en cualquier transporte público como la del Satanás del Metro de Bilbao. Hoy al mediodÃa, volviendo a casa para comer he podido escuchar una lindeza en boca de un grupo de tres chicas, que a buen seguro no llegarÃan a los veinte años.
«Hay carreras que son más como para chicas… Por ejemplo, Farmacia, le pega más estudiarlo a una chica.»
Una chica con sus dos amigas en el Metro de Bilbao
En fin… Os ha gustado la frase, ¿verdad? Es muy del siglo XXI en el que estamos, y alejada enormemente de los clichés y los idearios alienados que rondaban las cabezas de nuestros mayores, y la snuestras propias, en épocas pasadas donde la bandera de los derechos y las libertades ondeaba a media asta.
Seguro que esas amigüitas y otras tantas que piensen igual que ellas se escandalizarán cuando escuchen un chiste machista o se tirarán de los pelos cuando las piropeen por la calle, sintiéndose frustradas al haber ultrajado su femeineidad. Para consolarse de esos pensamientos tan discriminatorios, se encerrarán en su habitación para escuchar su disco favorito de Reggaeton donde esas suaves melodÃas y sus letras tan poco sexistas, nótese la fina ironÃa de la afirmación, las harán levantar el ánimo para el resto del dÃa
Farmacia, una carrera para chicas. Me estoy acordando ahora de todos esos hijos de papá que estudian Derecho en la Universidad, o de los amigos de la marihuana que han terminado su carrera de Bellas Artes calada a calada, y también, como no podÃa ser de otra forma, de los raritos e introvertidos que se pelean en las aulas con alguna asignatura de IngenierÃa Informática. Seguro que estos grupos que por aparente necesidad deben estar esteretipados, jamás harÃan buenas migas con las rubias pijas y fashion victims de la Escuela de Turismo, y mucho menos con los comunistas militantes y alborotadores licenciados en Trabajo Social.
Por no hablar de lo mal que se tienen que llevar con nuestras cándidas amigas, las chicas de Farmacia.